sábado, 9 de octubre de 2010

La homosexualidad desde un punto de vista neurológico



Simon Levay
, un importante neurocientífico, de Estados Unidos, en el año 1991, publicó un artículo al que tituló “Una diferencia en la estructura hipotalámica entre hombres homosexuales y heterosexuales”. En dicho artículo se compara una diferencia en el porcentaje entre el tamaño y el volumen del tercer núcleo intersticial del hipotálamo anterior (INAH 3), entre hombres de tendencia homosexual y heterosexual. Dicho artículo dice que este es más grande en hombres heterosexuales que en hombres homosexuales. Según el artículo, el INAH3, en hombres homosexuales, es parecido al que encontramos en cerebros de mujeres. Según Levay, los datos demuestran un dimorfismo unido a la orientación sexual y, por tanto, se demuestra que dicha orientación tendría un sustrato de tipo biológico. Pero, también, ha demostrado que hay una existencia reducida de casos excepcionales en los que el tamaño de dicho INAH3 no tiene una relación directa con la orientación sexual; pues, aunque puede ser una variable importante, no es la única a tener en cuenta. También, estas excepciones podrían ser por deficiencia técnicas o por mala asimilación de los ejemplos de los grupos.
Por otro lado, tenemos al neurocientífico holandés, Dr. Dick Swaab, que fue el fundador del Banco de Cerebros de la Universidad de Amsterdam, que considera que la orientación sexual está unida a una gran cantidad de factores como son las hormonas, factores genéticos y circuitos de las neuronas. Considera que los seis primeros meses de vida, durante el embarazo, marca el carácter sexual en el encéfalo y, en las dos etapas subsecuentes y muy importantes, durante los dos primeros años de vida y durante la adolescencia, hay una serie de cambios de gran actividad de las hormonas, que puede lograr la consolidación de la sexualidad del individuo. También han provocado polémica una serie de hallazgos controvertidos que vinculan el consumo de medicamentos y las mujeres embarazadas, con mucha importancia en los dos primeros trimestres del embarazo, como pueden ser los analgésicos y antiinflamatorios de tipo no esteroideo, que pueden provocar la inhibición de la síntesis y la producción de prostaglandina, que son esenciales en la formación neuronal hipotalámica del feto y que es muy importante en la orientación sexual. También, el estrés y el consumo de sustancias como el tabaco pueden traer cambios en la orientación sexual del bebe.

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