Un barrio gay es una zona, en medio de una ciudad, que tiene unas fronteras fáciles de reconocer, cuya población es, en la mayor parte de los casos o con un alto porcentaje, forman parte del colectivo LGTB: lesbianas, gays, transexuales y/o bisexuales. En este tipo de barrios suelen haber una clase de establecimiento, que son de “ambiente” como son los bares gay, las discotecas gays, los restaurantes, las librerías, las saunas o cualquier tipo de negocio, que está orientado a este tipo de público. Estos lugares se consideran un auténtico oasis de libertad, sobre todo, cuando hablamos de ciudades que son hostiles a aceptar la tendencia homosexual. Los espacios que ofrecen son usados por gays y lesbianas, para poder relacionarse y poder expresar lo que sienten, sin tener miedo a sufrir represarías, a estar pendientes de ser observados por otras personas... además, pueden divulgar su forma de expresar su cultura. En los lugares o en las épocas donde la homofobia proliferaba, este tipo de barrios fueron considerados “guetos” gays. Fue en los años 20 cuando se empezó a generalizar el término guetto para hablar de unas áreas segregadas, que estaban habilitadas para distintos grupos que tenían en común un hecho: la sociedad no les consideraba normales, como podían ser los pobres, las minorías raciales, los bohemios, las prostitutas o los homosexuales. Pero, esta idea de barrio separado no era nueva, ya que provenía de la edad media, cuando se separaba a las minorías religiosas, como era el caso de las juderías, los barrios cristianos en los países musulmanes o las morerías.
Foto: fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario